junio 23, 2008

Conchatumadre


Ejemplos:
Camino por Bandera, entro a una tienda. "¡Oh!, amo ese polerón, lo necesito comprar", pero no, hay que ver las otras tiendas, a lo mejor encuentro algo más lindo o más barato.
En otros locales me pruebo un pantalón, pero estoy muy gordo y no me cruza. Me gusta otro polerón, pero está muy caro. Dos poleras al precio de una, pero sólo me gusta una. Otro polerón, pero está roto. Vuelvo por el primer polerón, pero justo un tipo lo está pagando. Conchatumadre. No puede ser, era el mejor polerón del mundo. Arrepentimiento máximo, ya no hay nada que hacer, sólo azotarse.
Terminando una hermosa gráfica, la mejor de todo mi portafolio. ¿Tipografía pomposa o cuadrada?. Elijo la que es bien llamativa, con hartas formas, y la pongo de un color estrepitoso. Llego a la presentación. "Deberías haber usado una tipografía más sobria". Conchatumadre. Sabía que debía haberlo hecho, ¿pero por qué no lo hice?.
Salgo del metro, despejado, todo claro, camino al paradero. "No voy a tomar la micro, me voy a ir caminando, está rico el día para caminar". Tres cuadras más allá cuatro tipos me agarran por la espalda, me tiran al suelo, cuchillo en el cuello, uno que otro golpe, "entrega toas las weás culiao". Conchatumadre. 
Estoy jugando, play o alguna otra tontera, hay dos caminos, dos jugadas. "Mejor me muevo para allá". No, error. Hasta ahí llegó el juego. Mal movimiento. Game over.
¿Por qué tengo que ser tan weón?
Siempre mal. Siempre me pasa. 
Lo peor de equivocarse en esos casos, es que no hay arreglo, y que es todo por mi culpa, por MI estupidez.

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